Experiencia e impresiones: Empece a ver esta serie minutos después de ver un episodio de Carnival Row, y el salto de una cosa a otra fue notable, ya que (en principio) The Dark Crystal: Age of Resistence tiene un tono inocente y simple, sobre una historia épica y fantástica. Pero al terminar de ver el primer episodio me di cuenta de lo equivocada que estaba. No estamos frente a un producto ni inocente, ni simple, ni infantil. De hecho, no recomiendo esta serie a espectadores muy jóvenes ni muy impresionables, ya que si bien no muestra nada explícito, posee algunas situaciones e imágenes que pueden resultar un poco shockeantes para los niños y las personas sensibles. Para ser más concreta o directa, calculen que más o menos muere un personaje por episodio, mientras que otros son torturados, mutilados, etc (como aclaré antes, nada explícito, no verán vísceras pero sí un poco de sangre y cosas así).
Haciendo la advertencia aparte, les comento que me encantó la serie desde el primer capítulo. Recordaba la película con mucho aprecio, pero esta serie redobla la apuesta en cuanto a producción y eleva el nivel de complejidad tanto de la historia, como de los aspectos técnicos, aprovechando las posibilidades disponibles de estos tiempos. Y si, se siente como una historia más adulta que la de la película, profundizando en el paralelismo que podemos trazar entre los pueblos de Thra y las sociedades de nuestro planeta. La serie nos invita a repensar en la relación tanto histórica como actual entre oprimidos y opresores y el rol que tiene la esperanza en los intentos de cambiar las cosas para lograr la verdadera armonía entre nosotros y nuestra tierra, donde habitamos. Es decir, son recurrentes también los cuestionamientos al uso (y abuso) que ejercemos sobre los recursos naturales.
Sin embargo, también sentí una leve decepción al finalizar la serie, ya que posee un final abierto, que nos deja muchos interrogantes y nos da la impresión que los hechos no nos han conducido a nada…o quizás no a lo que esperábamos. No podemos establecer una conexión y una continuidad directa hacia lo que ocurre en el film original; tenemos un hueco temporal, donde no sabemos qué pasa o cómo se llega al Thra que vimos en la película. Probablemente esto solo sea a causa de que Netflix vaya a desarrollar otra temporada, pero en caso que esa temporada no se confirme pronto, existe un riesgo de que esta obra tan bien desarrrollada, se eche a perder por quedar desconectada del film, o con incongruencias e incógnitas que tendremos los espectadores.
Historia de la serie (breve): Precuela de El cristal encantado (1982). En el maravilloso mundo de Thra, siete clanes de una especie de elfos llamados gelflings conviven en armonía, pero sin relacionarse, gobernados por la Pan Maudra, quien sirve a los señores del Cristal Oscuro (fuente de toda energía en Thra), los skekses. Sin embargo, estos seres ambiciosos se alimentan del Cristal para alargar sus propias vidas, sin saber que la corrupción creciente del Cristal está «oscureciendo» toda Thra, contaminando algunos de sus seres vivientes. Los gelflings deberán entonces enfrentar a los señores del Cristal y rebelarse contra en orden establecido para que todo vuelva al equilibrio natural y su misma raza no sea exterminada.
Por qué deben ver esta serie: Si hace tiempo que extrañan ver algo de Peter Jackson en la Tierra Media (llámese El señor de los Anillos, El Hobbit, etc) esto será lo más parecido que encontrarán actualmente. De hecho Jim Henson admitió haberse inspirado en su momento en la obra de Tolkien, al construir este mundo de seres fantásticos.
También obviamente es recomendada a los fans de las películas de fantasía épica de los ’80, como La historia sin fin (1984) o Willow (1988). Una vez que se supera el impacto inicial de ver marionetas y esa sensación de rareza que puede producir, es un producto similar a estos otros.
Lo Que Nos Gusta Ver 